El hielo es fabricado a partir de agua de manantial purificada y sometida a procesos de ósmosis inversa, lo que garantiza sus especiales cualidades organolépticas de transparencia y falta de sabores ajenos al agua pura.

El proceso de fabricación está totalmente automatizado, de modo que nuestro producto jamás se toca con las manos, garantizando un absoluto nivel de higiene.

Se somete a rigurosos procesos de calidad. El hielo pasa por un túnel de secado-congelación que permite que los cubitos no se peguen entre sí, permaneciendo siempre sueltos y dispuestos para su uso y disfrute, tanto en el bar como en casa.

Ultracongelado en origen, no pierde jamás la cadena de frío. Sólido y de muy buen tamaño, tarda más de una hora en empezar a derretirse y enfría las bebidas sin aguarlas.